La Luz de Allah: Reflexión sobre el Verso 24:35 del Corán

La Luz de Allah: Reflexión sobre el Verso 24:35 del Corán
Photo by Wonderlane / Unsplash

“Allah es la luz de los cielos y de la Tierra. Su luz es como [la que surge de] una hornacina en la cual hay una lámpara dentro de un recipiente de vidrio, tan brillante como un astro resplandeciente. La lámpara se enciende con el aceite de un árbol bendito de olivo, procedente de una zona central entre oriente y occidente, cuyo aceite por poco alumbra sin haber sido tocado por el fuego: Es luz sobre luz. Dios guía hacia Su luz a quien Él quiere, y expone ejemplos para que la gente recapacite. Él lo sabe todo . — Sagrado Corán 24:35 | Sheikh Isa Garcia

El Corán nos describe a Allah como "la luz de los cielos y de la tierra" (Corán 24:35), un versículo lleno de significado profundo que invita a la reflexión sobre el concepto de luz, tanto en su aspecto físico como espiritual. Este verso no solo se refiere a la luz tangible, sino también a la luz metafórica que Allah otorga a quienes Él quiere. A través de este ejemplo, se nos muestra cómo la luz divina ilumina nuestras vidas, guiándonos a través de la oscuridad de la ignorancia y el error.

La luz física y espiritual de Allah

En su manifestación física, Allah es la fuente de toda luz: Su presencia misma es luz, y Él ha creado toda luz que conocemos, desde el sol hasta las estrellas. Sin Su luz, la creación estaría envuelta en oscuridad. Esta luz no solo se refiere al brillo físico, sino también a una luz metafórica, que representa la sabiduría, la guía y la pureza espiritual. Como se menciona en el versículo, “Y Su luz ilumina el trono, el curso, el sol, la luna y hasta el paraíso.” Esta luz es un reflejo de Su perfección, que ilumina todo lo que toca.

El ejemplo del farol

Para explicar esta luz divina, Allah utiliza un hermoso ejemplo: “Su luz es como la luz de un farol en una lámpara de vidrio” (Corán 24:35). Este farol está lleno de aceite de oliva puro, que arde con una luz brillante y clara. El aceite, en su pureza, simboliza la naturaleza innata del ser humano, que es pura y receptiva al conocimiento divino. Cuando la luz del Corán y de la fe llega a un corazón puro, éste brilla con el conocimiento y la sabiduría divina, como una lámpara encendida.

El papel del corazón en la luz divina

Así como el aceite necesita ser encendido para iluminar, el corazón del creyente necesita la luz de la fe y el conocimiento divino para alcanzar su máximo potencial. El corazón humano es como la lámpara de vidrio que refleja la pureza del aceite, y la luz de Allah se convierte en el guía que ilumina su camino. En este proceso, la luz del Corán y de la fe se combinan, creando una iluminación que trasciende el entendimiento humano común. Allah guía a quien Él quiere hacia esta luz, y aquellos con un corazón puro pueden recibirla plenamente.

La importancia de entender la luz divina

Este verso nos invita a reflexionar sobre la importancia de estar abiertos a la luz divina, permitiendo que la sabiduría del Corán ilumine nuestras vidas. Allah nos da ejemplos claros para que podamos entender mejor Su mensaje. Nos enseña que la verdadera luz no es solo la que vemos con nuestros ojos, sino la que ilumina nuestro entendimiento y nos guía hacia el bien. Debemos cultivar corazones puros y receptivos, buscando siempre la luz de Allah a través de la fe, el conocimiento y la práctica del bien.

Conclusión

Al reflexionar sobre este verso, recordamos que la luz de Allah es esencial para nuestra existencia. Nos guía en la oscuridad, nos enseña la verdad y nos permite vivir con sabiduría y propósito. Es un recordatorio de la importancia de cultivar la luz de la fe en nuestros corazones, buscando siempre el conocimiento y la cercanía con Allah. Que podamos ser como esos corazones iluminados, reflejando la luz divina en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea.

Read more